¡Hola a todos!
Seguro que disfrutasteis mucho el miércoles (como siempre) y seguro que Pablo nos reporta el sábado una de sus fantásticas crónicas 🙂
Ya sabéis que mi cabeza es una “saltimbanqui” y leyendo este artículo me vinieron Hobbes y Ntz en plan Duo Dinámico. El primero por su planteamiento de guerra permanente y el segundo por sus metáforas con el cuerpo humano físico. Lo que cuenta este psicoterapeuta como definición de la enfermedad, me pareció que lo ilustraba “una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos… Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock”
Espero que lo disfrutéis como yo.
El mundo es filosofía 🙂
¡Besos!
Eva
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¡Gracias Eva! Me gustó mucho esto del inconsciente, tratando de elaborar narrativas por medio de simbologías y mapas corporales. Sería una especie de adaptación de cada órgano en concreto: ese triunfo adaptativo del Sapiens Sapiens (?), que siempre genera una adaptación lo suficientemente exitosa, aunque no necesariamente la mejor… Sin duda, somos una mente-cuerpo o cuerpo-mente todo integrado.
Delia
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¡Hola genealogist@s!
Antes que nada, convocatoria: hoy sábado a las 20:30 hs. en la Plaza de la Paja (La Latina), la editorial La felguera hace un recorrido por Madrid con motivo de la presentación de su alucinante y rarísimo libro «Diario de los asesinos», una especie de diario que sacó un grupúsculo de pirados en la Lyon de 1884. Allí estaré por si alguien se quiere sumar… (Delia, sí, ya se que hice corta y pega del email al Club de Lectura, tendrás que perdonármelo, jaja).
Estupendo el diálogo Eva-Delia en los emails, interesantes las proposiciones y comentarios. Si las chicas me dan permiso, me gustaría subir estas cosas a un post del blog del Club. Agrego además un extracto del maravilloso texto de Deleuze y Guattari «¿Cómo hacerse un Cuerpo sin Organos?», que está en el libro «Mil mesetas» (1980). Ahí va:
«El CsO: ya está en marcha desde el momento en que el cuerpo está harto de los órganos y quiere deshacerse de ellos, o bien los pierde. Interminable procesión: —del cuerpo hipocondríaco, cuyos órganos están destruidos, la destrucción ya está consumada, ya nada pasa, “la Srta. X afirma que ya no tiene ni cerebro ni nervios ni pecho ni estómago ni tripas, ya no le queda más que la piel y los huesos del cuerpo desorganizado”, esas son sus propias expresiones; — del cuerpo paranoico, cuyos órganos no cesan de ser atacados por influjos, pero también reconstituidos por energías exteriores (“durante mucho tiempo ha vivido sin estómago, sin intestinos, casi sin pulmones, con el esófago desgarrado, sin vejiga, con las costillas hechas polvo, incluso a veces había llegado a comer parte de su propia laringe,… y así sucesivamente, pero los milagros divinos siempre habían regenerado lo que había sido destruido…”); — del cuerpo esquizofrénico, accediendo a una lucha interior activa que libra contra los órganos y cuyo precio es la catatonía, y luego del cuerpo drogado, esquizo-experimental: “el organismo humano es escandalosamente ineficaz; en lugar de una boca y de un ano, que corren el riesgo de estropearse, ¿por qué no podría haber un sólo orificio polivalente para la alimentación y la defecación? Se podría obturar la boca y la nariz, rellenar el estómago y abrir directamente en los pulmones un agujero de ventilación, así tenía que haber sido desde un principio “‘; —del cuerpo masoquista, que se comprende mal a partir del dolor, porque fundamentalmente es un asunto de CsO; el masoquista se hace coser por su sádico o su puta, coser los ojos, el ano, el uréter, los pechos, la nariz; se hace inmovilizar para detener el ejercicio de los órganos, despellejar como si los órganos dependieran de la piel, sodomizar, asfixiar para que todo quede herméticamente cerrado».
¿Ganas de leer todo «Mil mesetas» sin parar? Sin duda, nos pedimos tres años sabáticos seguidos y lo intentamos 🙂
Hablando de accidentes geográficos, el miércoles estuvimos en la clase con Gabi y Jose, nuevo integrante del Club, primero en la escarpada montaña, leyendo la compleja introduccion que hace Deleuze a Nz, y luego en la playita, con la estupenda y clara introducción de S. Meca al concepto de genealogía en Nz… ¿qué nos espera en la próxima reunión queridos amig@s? ¿Sol y playa y daikiri en la tumbona? ¿Tormentas en escarpadas cumbres o inhóspitos desiertos? Ni una ni otra, el miércoles toca… ¡Huracán Mitch + Fukushima + temblor en Albacete!: en efecto, el miércoles comenzamos ya a leer directamente y sin intermediarios «La genealogía de la moral» de Nz (por lo que recomiendo que os la agencieís, como siempre, en Alianza Editorial, ya sabéis que en la Antonio Machado nos hacen el 5% de descuento presentando nuestro bellísimo carnet).
¡Buen finde para tod@s y nos vemos el miércoles con más pero no mejor, porque es imposible! (y con el que quiera hoy por la noche con la presentación de La Felguera…).
P.