Bueno, aquí el Acta II, manga de perezosos, es la última vez que la escribo yo, voto a Júpiter…
Estupenda reunión la del martes pasado, intensa, con Cortázar siempre se hace fácil. Recuerdo para los que no hayan venido y vendrán sí o sí el martes que viene, so pena de ir a hablar con el jefe de departamento o peor aún, leer la obTallerra completa de Ale (aunque eso entraría en el ámbito de las novatadas y ahora hay una ley que las prohíbe), que hemos leído el cuento de Julio «Casa tomada», por lo que sería conveniente que lo leyerais. Recuerdo la tarea para el hogar relacionada con este cuento:
* Escribir un textito de 670 caracteres con espacios escogiendo una oración del cuento de Cortázar que puede servir de título al textito o de guía en plan cadáver exquisito. El objetivo es entre todos encontrar, luego de las lecturas, un concepto similar al «encierro involuntario» que encontramos el año pasado a «La autopista del sur». Paréntesis: (para los recién llegados, los cuentos que hemos trabajado con intensidad en años anteriores de Cortázar son «La noche boca arriba» -que se vincula con «El sur» de Borges- y el mencionado de «La autopista…»). Cualquier duda con respecto a este textito me preguntáis, obvio.
* Recoger del cuento cosas, muebles, números, símbolos que nos permitan hacer una infografía arquitectónica de la casa tomada, una genealogía objetual diríase mejor, en plan cultureta. Magalí: ¿podrías traer quizás tus bellas plumas y algún papel bonito para hacer algún esbozo quizás…?
* Leeremos en clase el cuento de Poe «La caída de la casa Uscher», en el que parece basarse este relato (como decíamos, una buena inversión es agenciarse los dos tomos de Cuentos completos de Poe de Alianza, traducidos y con bella introducción de Cortázar). Aquí en el link:http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/la_caida_de_la_casa_usher.htm
* Al que le interese, creo que los cuentos de Borges «Las ruinas circulares» y «La muerte y la brújula» podrían emparentarse con «Casa tomada», o sea que el que quiera tirar líneas de investigación por ese lado pues estupendo…
Eso con respecto a «Casa tomada», yo buscaré la vía madrileña de Cortázar y llevaré un textito político mío basado en el cuento que publiqué en La Vanguardia con ocasión del corralito de 2001.
Cambiando el ángulo de la información, cada uno sabe qué libro está leyendo, el martes elegiremos el de los aún ausentes. Magalí expondrá «Nada se opone a la noche» el martes 24 y ese día Mitas nos informará qué tal va su traducción al castellano del capítulo «El partido de croquet» (¿O la partida?) de Alicia… ahora que lo pienso, ¡a esta actividad también podría sumarse Olga! Lo vemos el martes…
Vito, espero que estés ya recuperada de la gripe, el martes te llevaré algún libro que crea pueda gustarte, mientras tanto, igual te apetece leer estos cuentitos de Borges para ver si encuentras el vínculo con Cortázar, si es que lo hay (siempre lo hay). Recuerda además que si puedes me/nos encantarías que trajeras organizado el tema de tu escritura, a ver qué podemos hacer con ello, ya vas viendo que organizar es lo nuestro…
Magalí ha tirado la idea de que pongamos un consultorio literario ofreciéndolo en el blog, y tenemos que hablar también de quién se ocupa de ser el «Recaudador de ideas» apuntándolas y teniéndolas siempre presentes.
También podríamos recuperar la sana costumbre de contestar este email y de intercambiarnos algunos emails con información y adulaciones varias 🙂
Adjuntos van para Marian y Vito la ficha a rellenar que colgamos en el blog una vez terminadas las lecturas. También el textito de Foucault sobre historia y genealogía para lo de la genealogía objetual de «Casa tomada».
Creo que nada más chavales y chavalas, el martes más aunque mejor no se puede, que diría Wyoming. El textito de Nabokov sobre el incesto es la cereza del postre, ahí va:
“Van, acostado boca abajo y con la mejilla apoyada en un puño, contemplaba el cuello inclinado de su amor, que jugaba a los anagramas con Grace. Ésta había propuesto, inocentemente, la palabra ‘insecto’.
–‘Ticenos’ –dijo Ada, procediendo a escribir su hallazgo.
–¡No vale! –gritó Grace.
–Sí que vale. Es una palabra bien formada, ‘partidarios de Tico’, un astrónomo renacentista que también sabía mucho de insectos.
Grace meditó, tamborileando en su estudiosa frente con la gomita adherida al extremo de su lápiz.
–‘¡Cientos!’.
Ada no tardó un segundo en consumir su nuevo turno:
–‘Incesto’.
–Abandono –dijo Grace–. Necesitaríamos un diccionario para comprobar tus pequeñas invenciones”.
Vladimir Nabokov. Ada o el ardor, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992.
Pablo Nacach.