Estimados compañer@s de nuestro querido club de lectura:
Primero de todo, disculpad la tardanza. Como decía mi abuela, que no había estudiado pero tenía una gran sabiduría, «cuando se tuerce la albarda, lo hace hasta la barriga». Pues eso es lo que me ha pasado esta semana.
Sin embargo, sin más dilación paso a recoger en el Acta lo clase del martes pasado (antes de ser eclipsada por la magnifica actuación de nuestros compis el jueves…).
Estuvimos de nuevo reunidos en torno a nuestra mesa y lo primero que nos dió Pablo fue una buena noticia: nos dan un descuento del 5% en la Librería Pasajes, que parece ser bastante querida por alguno de nuestros miembr@s.
En nuestro habitual repaso de los temas pendientes y de los libros de relatos adjudicados a cada uno, Pablo sugirió un nuevo trabajito para el grupo. A saber, escoger un relato de nuestro autor asignado y hacer un comentario al mismo en forma de prólogo. Luego haríamos un pequeño «libro» con los relatos y prólogos de todos. No se veía claro y no se si saldrá adelante.
Seguimos la clase con la lectura del texto sobre psiquiátricos de Magali, que se unirá a los ya escritos sobre el tema. Creo que la opinión general, a la cual me uno, es que era muy muy bueno. Ya estoy esperando que se junten todos.
Tras el buen sabor de boca y un poco de desasosiego he de decir, continuó el crescendo de la clase con el gran trabajo de María. Nos facilitó dos pequeños relatos con título pero sin autor. Ambos relatos pertenecen al grupo de escritores del llamado «Relato Moderno», comenzado por Chéjov y que son relatos sin aparente argumento, es decir, que se centran en una imagen poderosa y la desarrollan. Dentro de esta corriente los americanos sacan lo que se denominó «Realismo Sucio», que lleva al extremo el minimalismo propio del relato moderno y se centra en personales más cotidianos.
Lo que debíamos averiguar era a qué autor (americano o noruego) pertenecía cada relato. Ambos relatos eran muy buenos y al final casi todos coincidimos en señalar cuál nos parecía que correspondía a cada autor y también comentamos cuál nos había gustado más.
Tras este fabuloso trabajo que María compartió con nosotros, no podíamos terminar la clase de otra forma que con una muy buena ficha de Daniela. Correspondía al libro «Los pichiciegos», recomendado por Pablo a Daniela y que ésta a su vez nos recomienda. Es un libro pequeñito del autor argentino Roberto Fogwill, que se centra en la vida de unos jóvenes soldados durante la Guerra de las Malvinas. Dichos muchachos tratan de sobrevivir a la guerra creando una especie de sociedad organizada y que vive en cuevas. No se centra en la guerra en sí si no en la batalla de estos jóvenes por sobrevivir.
En mi opinión fue una muy buena clase en la que incluso contamos con nuestro pequeño «Mercadillo Navideño» con las preciosas creaciones de Lucely. Son geniales.
Espero que la próxima clase, última del año creo, sea igual de buena aunque quizá estemos distraídos deseando disfrutar del evento-cena posterior organizado por el gran Marrone.
Besos a tod@s y hasta mañana.
Marian