Bitácoras/Club de Lectura/Editorial La Necropia/Eventos/Filosofía

«Hasta los huesos», de Claudine Galea (traducción de Magalí Bruneau)

Aquí os pasamos la hermosa carta que nos envió la autora del libro, Claudine Galea, antes de la presentación; el Prólgo que explica el making off del trabajo de traducción que Magalí & equipo necropio han completado de «Hasta los huesos», y un momento del primer capítulo. ¡Que lo disfrutéis!

CARTA DE CLAUDINE
 
Tout d’abord je veux remercier Magali Bruneau pour sa persévérance dans une aventure qui n’était pas gagnée. Pour son amour du texte qui l’a portée durant tous ces mois de traduction et de recherche éditoriale.
La première fois que Magali m’a contactée, j’ai été surprise. Je l’avais connue comme étudiante pendant un semestre à Aix en Provence où je dirigeais une session autour de la dramaturgie.
J’avais adoré faire ce travail avec les étudiants, je tâchais de leur communiquer la passion des textes, de la lecture, de l’aventure du langage.
Tout ce qui pour moi fait la littérature.
Que Magali ait envie, des années plus tard, de se lancer dans la traduction de mon livre m’a touchée et m’a paru le plus beau des cadeaux en retour de ce semestre à l’université.
Jusqu’aux os est mon premier roman. Aujourd’hui il est épuisé en France, un retirage va avoir lieu.
J’ai appris qu’il était épuisé le jour où Magali m’a annoncé que Hasta los huesos en Espagne était terminé et je vous écris ce petit mot alors que je vais voir une mise en voix du livre dirigée par Stanislas Nordey au théâtre national de Strasbourg avec les élèves acteurs de l’école.
Je suis désolée de ne pas être avec vous, peut être y aura-t-il une autre occasion, et ce sera avec grand plaisir.
Je travaille à mon cinquième roman, entre deux textes pour le Théâtre et pour la jeunesse.
Je souhaite à Magali et à toute l’équipe qui l’a entourée que Hasta los huesos ait une belle vie en
Espagne.
Muchas gracias y que se vayan bien a todos.
Claudine Galea
Hasta los huesos
Primero quiero agradecer a Magali Bruneau su perseverancia en esta aventura que no parecía fácil de conseguir. Agradecerla también su amor al texto que le ha llevado durante todos estos meses de traducción y búsqueda editorial.
La primera vez que Magali contactó conmigo, me quedé sorprendida. La conocí como estudiante durante un semestre en Aix-en-Provence donde dirigía un intensivo de dramaturgia. Me había encantado hacer este trabajo con los estudiantes, intentaba comunicarles la pasión por los textos, la lectura, la aventura de lenguaje.
Todo lo que para mí hace la literatura.
Que Magali tuviera ganas, años más tarde, de lanzarse en la traducción de mi libro me conmovió y me pareció el regalo más bello después de aquel semestre en la universidad.
Hasta los huesos es mi primera novela. A día de hoy está agotado en Francia, por lo que van a hacer una nueva tirada. Me enteré de que estaba agotado justo el mismo día en que Magali me anunció que el libro Hasta los huesos en España estaba acabado. Y les estoy escribiendo estas palabras mientras me preparo a ver un lectura dramatizada del libro dirigida por Stanislas Nordey en el Teatro Nacional de Estrasburgo con alumnos actores de la escuela de teatro.
Siento mucho no poder estar con vosotros, pero quizás haya más oportunidad de aquí en adelante, y será un gran placer para mi.
Estoy trabajando en mi quinta novela, entre dos textos que escribo para Teatro y literatura juvenil.
Os deseo a Magali y a todo el equipo que le ha ayudado, que Hasta los huesos tenga un bella vida en España.
Muchas Gracias y que les vaya bien a todos.
Claudine Galea.

***

PRÓLOGO

A raíz de un ejercicio de traducción con vistas a mejorar su castellano escrito, una de las integrantes del Club de Lectura «Escribir es otra manera de leer» decidió traducir por completo la novela Jusqu’aux Os, de Claudine Galea. A medida que el proyecto iba creciendo, se unieron a la aventura editorial tres personas más que continuaron destripando, explorando, descifrando, retocando y corrigiendo las páginas de este fantástico libro.

Una vez formado el equipo se contó con la colaboración de Claudine, quien estuvo presente durante todo el tiempo que duró el proceso, mediante correos y breves encuentros entre París y Madrid. Desde la distancia, ella fue quien dio al proyecto su dimensión real.

Lo que comenzó en noviembre de 2012 como una actividad individual se convirtió en una construcción colectiva y autogestionada. El trabajo se hizo respetando la horizontalidad como proceso organizativo. Porque en todo momento el colectivo buscó desarrollar e incentivar la participación y la toma de decisiones conjuntas mediante el debate y el diálogo.

Tres años pasaron y finalmente aquí tenemos la versión definitiva en castellano de Hasta los huesos. Satisfechos con el resultado y convencidos del valor literario del libro y de su traducción, el equipo propuso su publicación a varias editoriales que declinaron el proyecto. Ante lo cual, a principios de 2016, se decidió autoeditar varios ejemplares para que la labor de todos estos años quedara reflejada, así como para permitir que un público más amplio tuviera acceso a un libro que nos ha parecido bello y fascinante.

***

HASTA LOS HUESOS

GLOUCESTER

Primer periodo

Uno

cae una lluvia helada, y toda la ciudad se vuelve negra. negras las altas casas de varias plantas y las tiendas estrechas y profundas, negros los árboles en jardines y plazas, negras las aceras, negras y resbaladizas, relucientes, inquietantes, brillan sin luz, brillan en la oscuridad, con un negro aún más negro, que atrae a los ojos y devora los pies, y todavía más negras las iglesias, todas las iglesias de esta ciudad oscura, llueve, la lluvia no me detiene, camino, subo y bajo, bajo y subo. la ciudad entera es una colina, una colina sin color, una colina gris, una colina de edificios de piedra, de calles, de coches, la lluvia es fina, tan fina que acaba penetrando, se pega al cuerpo a la ropa al pelo, camino, es mediodía, han cerrado las puertas, los escaparates, las oficinas de correos, los ultramarinos, subir las calles empinadas da calor, las aceras mojadas y sucias resbalan, la gente se agarra a sus paraguas como si eso fuera a impedir que se cayeran, aquí usan grandes paraguas, odio los paraguas, me mojo, puedo meter las manos en los bolsillos y apretar los puños, me anclo al hormigón, avanzo, me subo el cuello, no miro nada, no miro a nadie, no hay casi nadie en la calle a estas horas, señoras mayores, niños, los niños corren sin miedo y ríen, con sus capuchas rojas verdes amarillas azules, dibujan rayas de colores en la ciudad ahogada por la lluvia, los veo, estoy con los niños, camino, camino todo el tiempo que puedo, hasta que llegue la hora, hasta acabar empapada, calada hasta los huesos, trenched to the skin*, camino, es una ciudad en la que se puede caminar, caminar me tranquiliza, salgo de la ciudad, sin destino, yo no escogí esta ciudad, una ciudad aún más negra que yo.

en lo más alto, hay un castillo con un parque. el castillo también es negro, las ventanas están cerradas. ya no tiene dueños o están de vacaciones. un jardinero se afana en alguna parte, bajo los altos alerces. todas estas moradas de piedra son lúgubres y frías. te hielan los huesos, o será por la lluvia por lo que pienso en eso, los huesos, mis huesos, bajo el cobertizo frente a la gran verja de entrada, me pongo a cubierto, las calles se desmoronan y se funden en un reguero negro que corre hasta el río, y el ruido aumenta con las aguas torrenciales que fluyen hasta el río, escucho el ruido, lo dejo crecer, música de orquesta en mis oídos, crece aún más, con timbales e instrumentos de viento, de nuevo, otra avalancha, otro derrumbamiento, toda la ciudad se desploma, arrastra a la gente en su desmoronamiento, desaparezco en esta catástrofe, me voy, desaparezco, me voy –ahora estoy temblando y tengo escalofríos, inmóvil en el aire helado, entre la ropa húmeda–, me voy a otra ciudad, lejana, en américa en áfrica, una ciudad ruidosa, bulliciosa, una ciudad llena de gente, gritos, olores, pájaros, cláxones, niños, una ciudad agitada, una ciudad saturada de vida, donde la vida surge, brota sin control, emborracha, desborda, arrolla –un coche me deslumbra, la verja se abre, aquí está el dueño, luces cortas luces largas cortas largas, estoy en su cobertizo, cortas largas cortas largas, gilipollas, viejo gilipollas, muérete en tu castillo de barba azul, me sienta bien, me sienta bien insultarle, insulta, insulta, sí, qué bien me sienta, muérete, muérete, las palabras estallan, burbujas, diminutos cráteres de fuego, sí, insulta, insulta, las palabras llegan solas y explotan y queman y revientan, muérete, muérete, vuelvo a bajar, la lluvia cae, la lluvia cae a cántaros, dura, lisa, desnuda, camino rápido, con la lluvia en la frente, camino sin ver, atravieso la cortina de agua fría, las palabras forman bolas de saliva, pequeños perdigones, muérete, muérete, las palabras golpean el aire, las palabras crepitan, estoy corriendo, es la hora, muérete, hoy ni siquiera he tenido hambre, ¡muérete!

Un pensamiento en “«Hasta los huesos», de Claudine Galea (traducción de Magalí Bruneau)

  1. Pingback: Club de Lectura La Necropia | Pablo Nacach

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.