¡Hola, hola!
Os paso la documentación gráfica del repóquer de Jacks del que he disfrutado en estos días pasados.
Jack London oriundo de Oakland, población cercana a San Francisco, que le recuerda con una plaza, el bar que frecuentaba en sus tiempos y la supuesta cabaña en que se instaló cuando le entró la fiebre del oro.
Jack Kerouac, que viajó, se instaló, se emborrachó, escribió y leyó en San Francisco con sus colegas de la generación beat.
Por lo demás, no me voy a extender mucho para que no se me note demasiado el jet-lag galopante que padezco… Tan solo os paso una traducción improvisada de una preciosa cita de London, Jack London:
¡Prefiero convertirme en cenizas que en polvo!
Prefiero que mi chispa se consuma en una llamarada brillante a que se sofoque en podredumbre.
Prefiero ser un meteorito espléndido, que cada uno de mis átomos brille glorioso, a ser un planeta aletargado y permanente.
La función del hombre es vivir, no existir.
No desperdiciaré mis días tratando de prolongarlos.
Voy a utilizar mi tiempo.
- London